Según especialistas, uno de los motivos principales de esta baja en los contagios podría ser el impacto de las temperaturas extremas registradas en el último verano. El mosquito Aedes aegypti, vector de la enfermedad, prolifera con temperaturas cercanas a los 28°C, mientras que las olas de calor de los últimos meses, con máximas de 35°C a 40°C, podrían haber afectado su reproducción.
Otro factor clave es la inmunización natural de la población. La fuerte propagación del virus en 2024 dejó a muchas personas con defensas adquiridas, reduciendo la cantidad de potenciales huéspedes para una nueva ola de contagios. Además, estos últimos meses comenzó a aplicarse la vacuna contra el dengue en Argentina, lo que también podría estar contribuyendo a la disminución de los casos.
Si bien los datos son alentadores, desde el área de Salud del municipio recomiendan mantener las medidas de prevención, como la eliminación de recipientes con agua estancada y el uso de repelentes, para evitar la reaparición del virus en los próximos meses.