La jornada estuvo marcada por momentos de gran emoción. Durante la declaración de imputado, la madre se desmayó, conmovida por la situación de su hijo, quien llegó al juicio con una tobillera electrónica. En su testimonio, el joven expresó: "Hace cuatro años vivimos una pesadilla".
Mientras se desarrollaba la audiencia, familiares y allegados del acusado se congregaron en las inmediaciones de los tribunales con banderas y carteles clamando por su libertad. Finalmente, el jurado popular falló a favor del joven, sellando el fin de un proceso judicial que mantuvo en vilo a la comunidad.