Según relataron los vecinos, los falsos policías tocan timbre y, al ser atendidos, se presentan como efectivos de la fuerza con la excusa de realizar un control o hacer preguntas sobre presuntos hechos delictivos en la zona. La intención es que los dueños de casa les abran la puerta y así poder ingresar.
Los testimonios coinciden en que los supuestos agentes no llevan identificaciones visibles ni patrulleros a la vista, lo que generó sospechas entre los residentes. En algunos casos, los delincuentes intentaron insistir con preguntas o argumentos para ganar la confianza de los propietarios, pero ante la negativa de estos, se retiraron rápidamente.
Frente a esta situación, los vecinos alertaron a la comunidad a través de grupos de WhatsApp y redes sociales, recomendando no abrir la puerta a personas desconocidas y comunicarse de inmediato con el 911 ante cualquier sospecha. También solicitaron mayor presencia policial en la zona para evitar que estos hechos se repitan.