Este viernes, aunque todavía se mantendrán altas las temperaturas, con una máxima de 32°C, comenzará a percibirse un cambio en las condiciones climáticas. Por la tarde-noche, las probabilidades de tormentas aisladas aumentarán, acompañadas de ráfagas de viento que podrían alcanzar los 50 km/h, dando paso a un descenso gradual de la temperatura.  

El sábado continuará siendo un día ventoso e inestable. Durante la mañana se mantendrán cielos cubiertos y vientos intensos, mientras que para la tarde las probabilidades de lluvia serán altas. Este alivio en las condiciones térmicas se reflejará en una temperatura máxima de 27°C, lo que supondrá un respiro tras jornadas de calor extremo.  

El domingo se mantendrá el clima inestable, con lluvias intermitentes durante el día. La temperatura continuará descendiendo, con una máxima de 24°C, consolidando así el cambio de escenario climático que la población esperaba con ansias.  

La llegada de estas lluvias traerá un respiro tanto para las personas como para el entorno, afectado por varios días de calor sofocante. Sin embargo, las autoridades recomiendan tomar precauciones debido a los vientos intensos y la posibilidad de tormentas, especialmente al aire libre o en espacios con árboles y estructuras inestables.