Desde hace casi dos años, Nicolás y Belén, una pareja de biólogos oriundos de Quilmes y de 25 de Mayo respectivamente, están cumpliendo su sueño de vivir en el mar a bordo de su velero, el "Franca Austral".

Este proyecto, que iniciaron en Venezuela, los llevó a recorrer el Caribe y el océano Pacífico, mientras documentan su vida de aventuras y aprendizaje en su cuenta de Instagram @navegacionynaturaleza

La travesía de Nicolás y Belén comenzó a fines del 2022 cuando arribaron a Venezuela, donde compraron su velero. Ambos, graduados de la Universidad de La Plata, decidieron dejar sus empleos para emprender un estilo de vida diferente.

Tras superar problemas burocráticos que mantuvieron el barco amarrado durante seis meses, finalmente, el 25 de julio del 2023 zarparon desde Venezuela hacia Curazao, donde trabajaron en una tienda marina y aprendieron habilidades clave para la navegación.

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El recorrido incluyó paradas en islas venezolanas como Los Roques e Isla Tortuga, además de Curazao y Aruba. Fue en Curazao se cruzaron con otros argentinos navegantes, quienes los invitaron a cruzar el océano Pacífico a bordo de su "Barco Amarillo" (@el_barco_amarillo)

Sin dudarlo, aceptaron la oportunidad y en abril de este año navegaron sin tocar tierra durante 28 días. La travesía culminó en la Polinesia Francesa, donde las vistas paradisíacas y la biodiversidad hicieron de este cruce una vivencia transformadora. “Ver todo lo que habíamos estudiado en documentales ahora con nuestros propios ojos fue impagable”, dice Nicolás.

Una de las experiencias más intensas para la pareja fue durante el trayecto entre Aruba y Panamá. En medio de una inmersión, Nico se lanzó al agua y, de repente, un tiburón comenzó a acercarse. En una rápida escalada para volver al velero, sufrió un accidente: su dedo quedó atrapado en las bisagras de la escalera y debieron cocerlo a bordo.

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Pese a la lesión, continuaron navegando, enfrentando después una tormenta inesperada que dañó una parte del barco y los golpeó causando nuevas heridas, tanto a él como a su hermana que los acompañó en ese viaje.

“Nos golpeó fuerte, rompió un soporte de la vela y le causó un corte en la cara a mi hermana, que venía con nosotros. Fue un momento de mucho miedo”, cuenta Nico. Belén agrega: “Esos días fueron muy duros, pero nos dimos cuenta de lo unidos que estábamos para afrontar cualquier desafío. Todos tirábamos para seguir adelante y llegar a tierra sanos y salvos”.

A pesar del miedo y del cansancio extremo, obligados por el fuerte viento producto de la tormenta lograron llegar a Colombia, donde fueron atendidos por un equipo médico. La experiencia reforzó sus lazos y su determinación de continuar.

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Pese a los contratiempos, la pareja continúa eligiendo este estilo de vida. “Despertar cada mañana rodeados de mar, sumergirnos y descubrir un mundo submarino increíble es algo impagable”, dice Belén. Su motivación sigue intacta: “Sabemos que muchos idealizan esta vida, pero también hay sacrificios: estar lejos de la familia, vivir con poco y sin estabilidad económica. Aun así, estamos felices. Nos hace sentir vivos y en conexión con la naturaleza como nunca antes”, concluye.

A lo largo del viaje, Nicolás y Belén buscan conectar su formación en biología con el medio ambiente, documentando la vida marina y promoviendo la educación ambiental desde su cuenta en redes. Aspiran a que más personas comprendan la importancia de la conservación y disfruten de este estilo de vida sencillo y natural.

Actualmente se encuentran en San Blas, Panamá, disfrutando de la cultura local y preparándose para nuevas etapas. Aquellos que deseen colaborar con la pareja, pueden hacerlo a través del alias: navegacion.nat