En la celebración eucarística, que se celebró a las 10 en la Catedral de Quilmes también participaron el Arzobispo de Mendoza Marcelo Daniel Colombo, el Obispo Auxiliar de Quilmes, Eduardo Gonzalo Redondo, el Obipos emérito de Río Gallegos Juan Carlos Romanín sdb, sacerdotes y diáconos de la diócesis, la familia de los nuevos diáconos, y feligreses de las distintas comunidades de la diócesis. El Padre Obispo Luis Teodorico Stöckler, emérito de Quilmes, se hizo presente a través de un saludo que envió por escrito.
En su homilía, el Padre Obispo Tissera dijo a los nuevos diácono que “están llamados a vivir y animar la conversión pastoral y misionera del Pueblo de Dios, para que el anuncio de Jesucristo impregne todas las acciones pastorales de la Iglesia y la vida misma de los discípulos misioneros. De ustedes se espera que sean testigos e instrumentos vivos para despertar vocaciones misioneras en las comunidades”. Y les recordó que “como signos de Cristo Siervo, ustedes están llamados a hacer presente, en medio del sufrimiento humano, el rostro misericordioso y lleno de ternura del Padre”.
El obispo de Quilmes, además, hizo los agradecimientos y reconocimientos: “En este día tan feliz para ustedes, para sus esposas, sus hijos y familia, para sus comunidades y para toda la diócesis, queremos agradecer la tarea de nuestro Instituto Diaconal que los ha recibido y los acompañó en la formación durante estos años. Agradecer a sus párrocos y a los sacerdotes que contribuyeron en su formación académica y pastoral. Nuestro agradecimiento particular a sus esposas y a sus hijos, que han estado tan presentes en su camino de formación"
Luego de la homilía, Monseñor Tissera les impuso sus manos, elevó la plegaria de Ordenación y les entregó el Evangelio y unos recipientes para el lavatorio de pies, como símbolos de su servicio. Además, las familias y amigos de cada diácono los revistieron con la estola y la dalmática, vestimenta característica del diaconado.
Sobre el final de la celebración, el Padre Armando Dessy, canciller de la diócesis, leyó los decretos con las designaciones pastorales de estos Hermanos:
Y los nuevos diáconos tomaron la palabra y agradecieron a sus familias, a sus formadores, a los sacerdotes del clero, a los obispos y a las comunidades que los acompañaron y les ayudan a vivir su ministerio, al tiempo que les pidieron que los auxilien si llegaran a apartarse del camino.