El hecho generó sorpresa en la población que se encontraba realizando actividades al aire libre y muchos de ellos sintieron un fuerte olor nauseabundo proveniente de la arena. La basura es uno de los escenarios más comunes en la zona costera, pero los trozos de pollo es algo que llamó la atención de los vecinos, al igual que una gran cantidad de peces muertos.
Además se podían observar objetos con arroz, velas y ropa sobre algunos escalones del río. Algunos vecinos colaboraron con la limpieza del lugar pero aún quedan varios montículos a lo largo de la zona costera que deben ser retirados con elementos de higiene y seguridad para la salud.