El incidente tuvo lugar alrededor de las 7 de la mañana, apenas a metros de la estación de Quilmes. Testigos presenciales relataron que el joven, aparentemente absorto en su música, cruzó las vías sin percatarse del inminente peligro que representaba la llegada del tren. A pesar de los esfuerzos del maquinista por advertirle mediante el uso de la bocina, el trágico desenlace fue inevitable.
Inmediatamente después del accidente, los servicios de emergencia fueron desplegados en el lugar, pero lamentablemente no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven, quien falleció en el acto debido a las graves heridas sufridas por el impacto.
El siniestro provocó una interrupción en el servicio de trenes que se extendió por casi tres horas, afectando a miles de pasajeros que utilizan diariamente esta vía de transporte. Sin embargo, pasadas las 10 de la mañana, el servicio fue restablecido gradualmente.