Tal como estaba pronosticado, pasadas las 3:30 horas intensas ráfagas de viento muy pocas veces vistas y un aguacero torrencial azotaron la ciudad, provocando la caída de árboles, la voladura de techos y el corte de luz en gran parte del distrito.
Según informó el Servicio Meteorológico Nacional, la tormenta registró ráfagas de hasta 100 km/h y una precipitación acumulada de 80 mm en pocas horas. En algunas zonas, también cayó granizo de pequeño tamaño, que dañó los vehículos y las viviendas.
El temporal afectó el suministro eléctrico de miles de usuarios, que quedaron a oscuras durante varias horas. Según la empresa Edesur, el corte de luz se debió a la caída de ramas y postes sobre las líneas de alta tensión. A las 8 horas, se había restablecido el servicio en una buena parte de los hogares, sin embargo algunos barrios continúan aún sin luz.
La tormenta también causó estragos en la infraestructura urbana, con calles anegadas, caída de árboles y voladura de techos que provocaron severos destrozos en viviendas y edificios públicos.
Ante la emergencia, los bomberos voluntarios de Quilmes trabajaron intensamente para asistir a los vecinos afectados, retirar los árboles caídos y colaborar con las tareas de limpieza. También se activó el protocolo de Defensa Civil, que coordinó la asistencia con el municipio.
Según el pronóstico, el tiempo mejorará en las próximas horas, con una disminución de la nubosidad y la intensidad del viento. Sin embargo, se espera que las temperaturas bajen considerablemente, con una una máxima de 24°C para este lunes. Se recomienda a los vecinos tomar las precauciones necesarias y evitar salir de sus casas si no es imprescindible.