Dos mujeres, entre ellas la sindicada como jefa de la organización, y dos hombres fueron detenidos en las últimas horas tras una serie de allanamientos en el Barrio 21, en Barracas, y en la localidad bonaerense de Ezpeleta, partido de Quilmes.
Durante los procedimientos, que estuvieron a cargo de la División Sustracción de Automotores y Autopartes de la Policía de la Ciudad, los detectives incautaron autos que habrían sido utilizados en los hechos, y psicofármacos con los que drogaban a las víctimas.
La banda utilizaba redes sociales y diferentes aplicaciones para contactar citas con las víctimas, a cuyos domicilios llegaban para los encuentros, tras lo cual compartían bebidas a las que le agregaban narcóticos para luego proceder a los robos con tranquilidad.
Si bien la división policial investigadora tiene el caso desde abril, el primer hecho ocurrió en febrero de este año, donde un hombre contactó a una mujer por una aplicación de citas y como no reside en el país, la llevó hasta la casa de su hijo en Barracas. Tras drogarlo, la viuda negra se llevó dinero y elementos valiosos del hijo del damnificado.
A la banda también se le endilga otros hechos, algunos con causa iniciada, uno de los cuales fue cometido en Claypole, en tanto los oficiales estiman que habría otros casos en los que las víctimas se habrían abstenido de hacer denuncias. Los oficiales estuvieron trabajando en redes, aperturas de celdas, filmaciones y 112 días de intervenciones telefónicas, con la colaboración de personal de la División Análisis de Riesgo.
Los diálogos interceptados entre los integrantes de la gavilla dan cuenta de la preparación del golpe: “lo engatusa, lo gotea, lo duerme”..., y cómo uno de ellos recomienda a una de las mujeres cómo dejar a la víctima lista para ser precintado. También hablan sobre qué narcótico usar y cómo comprar el psicofármaco para drogar al damnificado y cómo reducir algunos bienes robados.
Con los datos acopiados ,entre otros, el auto que utilizaron para mover los productos sustraídos, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 4 ordenó cuatro allanamientos en casas del Barrio 21 de Barracas y en el Barrio Enrique Muiño de Ezpeleta. Dos hombres de 22 y 26 años, y una mujer, de 29, sindicada como la jefa de la banda de viudas negras, fueron detenidos en tres domicilios distintos.
Junto a la detención de la mujer en Barracas fueron incautados un blíster de clonazepam, una de Asolmicina.Dox, dos tiras de rivotril, siete recetas para la compra de psicofármacos, 20.900 pesos, tres celulares y un bolso con vivos verdes y blancos requeridos por la manda judicial, por haber sido identificado en alguno de los hechos.
Allí los oficiales también incautaron una heladera con su envoltorio y sin uso, que podría haber sido comprada con dinero robado en uno de los hechos investigados, dos llaves de domicilio, una billetera masculina y un auto Volkswagen Gol verde, también solicitado en la orden judicial.
El segundo hombre fue detenido en Ezpeleta, a quien le secuestraron dos celulares, un posnet para transferencias electrónicas de tarjetas de crédito y débito, cuatro comprimidos de clonazepam y un Citroën C4 gris, también solicitado por la manda del juzgado. Este sujeto está sospechado de tener vinculación con un comando que liberó a un delincuente en pleno traslado en La Plata, en octubre pasado.
En el restante domicilio del Barrio 21 fueron secuestrados ocho celulares, 80 mil pesos, 8 mil guaraníes y documentación de una imputada que se encontraba prófuga.
Horas después, una vez que los tres detenidos se encontraban en la sede de la división policial, un hombre, de 47 años, se presentó allí tratando de averiguar sobre la causa e interesándose por los detenidos. Los oficiales siguieron al sujeto hasta el Barrio 31, de Retiro, y en la calle Talampaya se encontró con una mujer, que era buscada en la causa. Como la mujer, de 27 años, se encontraban junto a su hija de 15 días, el Juzgado dispuso su traslado, en condición de detenida, al hospital Penna para su control.