Una vez más, el mencionado Tribunal perjudicó al “Decano” como ocurrió en el duelo contra Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en el cual un sujeto arrojó un petardo al campo de juego que impactó cerca del arquero Brian Olivera y derivó en la suspensión del encuentro, que desembocó en que “Los Del Sur” debieran hacerse cargo de los gastos correspondientes a la organización, incluida la logística del club visitante; una multa equivalente al valor de 500 entradas durante seis partidos y la quita de seis puntos para la próxima temporada.
En esta oportunidad, se suspendió por un total de cuatro partidos al mediocampista Martín Río “por término descomedido y agravio”; por cinco partidos al lateral izquierdo Iván Erquiaga “por actitud descomedida y ademán equívoco árbitro”; y por la misma cantidad al arquero Milton Álvarez “por término descomedido y ademán equívoco árbitro”.
A eso se le suma la suspensión de dos juegos o se le multa por 100 mil pesos al entrenador de arqueros Sebastián Gambeta “por protestar fallos y actitud descomedida”; por cuatro cotejos o se le multa por 200 mil pesos al kinesiólogo Bernardo Kuszej “por término descomedido y agravio árbitro”; y por cuatro partidos o se le multa por 200 mil pesos al aguatero Jorge Genéz “por término descomedido y agravio árbitro”.
Un hecho como el de estas características, que es repudiable desde cualquier punto de vista, sucede cada fin de semana en diversas canchas del país y pocos clubes (o ninguno) sufren medidas tan duras como “El Cervecero”. A simple vista, queda claro que no se mide con la misma vara a cada uno de los equipos y pareciera que quieren ver hundido al “Decano del Fútbol Argentino".