Las nubes iridiscentes se pueden observar en altocúmulos, cirrocúmulos y nubes lenticulares, pero muy pocas veces en nubes cirro. Los colores suelen ser de tonalidad pastel, pero a veces pueden ser muy vivos. La iridiscencia puede ser observada con mayor frecuencia cerca del sol, tapada a menudo por el resplandor del sol. Para verla mejor, se recomienda ocultar el sol tras un árbol o edificio, utilizar gafas de cristales oscuros o mirar el cielo mediante su reflejo en un espejo convexo o una superficie de agua.

Las nubes iridiscentes son el resultado de la descomposición de la luz blanca del sol en sus colores componentes al atravesar los obstáculos microscópicos que forman la nube. Cuando las gotas o los cristales tienen un tamaño similar, se produce una interferencia constructiva que refuerza el efecto de coloración. La nube tiene que ser fina, de forma que la mayoría de los rayos de luz incidan solo en una gota. Esta es la razón por la que la iridiscencia es normalmente observada en los bordes de las nubes o en nubes semitransparentes.

El fenómeno no es muy frecuente y depende de las condiciones atmosféricas y la posición del observador. Por eso, muchos habitantes de Buenos Aires se sorprendieron al ver el cielo multicolor y compartieron fotos y videos en las redes sociales. Una de ellas fue @estamosen_una, una usuaria que se dedica a compartir imágenes y videos de los lugares que visita. Ella publicó un video del fenómeno visto desde Quilmes, donde se aprecia toda la paleta de colores resplandeciendo sobre el fondo azul del cielo.

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