Todo ocurrió en Febrero de 2019, cuando la víctima había tomado un remis para regresar a su hogar luego de haber asistido a unos corsos de carnaval. Según denunciaron en su momento, el conductor se desvió del recorrido y la violó, a raíz de lo cual, la adolescente debió ser asistida en el Hospital Iriarte de Quilmes, donde los médicos constataron el abuso.
Ante esta situación, un grupo de vecinos había marchado hacia la casa del remisero en La Ribera de Quilmes, donde apedrearon la fachada, realizaron pintadas y prendieron fuego dos contenedores de basura sobre la avenida Otamendi.
Cuatro años después y luego de varios días de debate, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Quilmes consideraron que las evidencias eran contundentes y declararon culpable por unanimidad al imputado. La sentencia fue de 10 años de prisión, y se ordenó revocar la prisión domiciliaria que el remisero estaba cumpliendo.