El dramático suceso aún continúa sin ningún detenido y una causa que parece paralizada. “A mi hermanito me lo mataron”, le dijo al medio TN con tristeza Santiago, hermano de la víctima, quien sospecha al igual que la Justicia del entorno más cercano del chico. Thiago vivía con su mamá y la nueva pareja de la mujer, que ya hacía un tiempo se había separado del padre de ellos dos. “Ella casi no se lo dejaba ver a mi papá”, agregó.
En primer lugar a Santiago le dijeron que su hermano había sufrido un ataque de asma. Sin embargo, con el correr de las horas, el testimonio de los testigos y el informe de los médicos, esa hipótesis se fue alejando cada vez más y en su lugar empezó a crecer una inquietante sospecha.
“Thiago tenía dos costillas fracturadas, golpes en la cabeza... también encontraron restos de semen en la camita de él”, sostuvo su hermano, con auténtica desesperación. Cuando su padre se separó de su mamá y volvió a formar una familia con la madre de la víctima, contó Santiago, él prácticamente no tuvo relación con esa mujer. No obstante, señaló que solía gritarle a sus hijos y alguna vez la vio “darles alguna cachetada”.
“Unas semanas antes de que mi hermanito se muriera, lo habían atendido en el mismo hospital por golpes y la madre dijo que se había caído mientras trepaba a un árbol”, apuntó con desconfianza.
Si bien el nene nunca contó nada respecto a los posibles maltratos u abusos que pudiera estar sufriendo en su casa, su hermano arriesgó: “Iba de la casa al colegio y del colegio a la casa, para mí no lo dejaban salir para que no dijera nada”.
Santiago ahora tiene miedo por su otro hermano, de 9 años, que sigue viviendo bajo el mismo techo que la madre de Thiago. “Necesito sacarlo de ahí”, pidió angustiado. En las misma casa, además, se encuentra un bebé de meses, hijo de la mujer y su nuevo novio.
El caso recayó en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N° 2 de Quilmes y, en principio, el expediente fue caratulado como “Averiguación de causales de muerte”.