El hecho comenzó cerca de las 3 de la madrugada del pasado domingo en Don Orione cuando un hombre solicitó un viaje mediante la aplicación Uber. Al lugar llegó el conductor de un Chevrolet Corsa, quien se encontró con el sujeto acompañado por una mujer y dos menores de edad, cuyo destino era un boliche en Quilmes. Sin embargo, de acuerdo al testimonio de la víctima, al comenzar el viaje, el hombre solicitó cambiar el recorrido hacia La Ribera local.
"Quedate quieto, no me hagas poner loco, mirá que estoy pasado de merca", dijo el pasajero mientras extrajo de entre sus prendas un destornillador. En ese momento, el sujeto posicionó a la víctima en el asiento del acompañante y emprendió viaje por el centro de Quilmes. Sin embargo, algo no estaba entre sus planes, y era que el auto sufriría un desperfecto mecánico. Fue así que el hombre se dirigió a un comercio ubicado en la calle 846 y 895 de San Francisco Solano y le pidió indicaciones a los empleados para llegar a una gomería. Pero mientras eso sucedía, la víctima desde el auto les hacía señas pidiendo socorro.
En ese momento los trabajadores llamaron de inmediato al 911 y un móvil de la policía llegó tras algunos minutos al lugar, para dar inicio a un rastrillaje de urgencia. Fue a unas cuadras del lugar, donde encontraron el auto e hicieron descender al secuestrador, quien poseía entre sus prendas la suma de $35.000, un destornillador, caños de cobre que utilizaba como pipa y una bolsa de cocaína. El captor fue llevado a la Comisaría 4° de San Francisco Solano acusado del delito de "tenencia ilegal de estupefacientes y privación ilegal de la libertad".