Una salida como cualquier otra el fin de semana terminó de la peor manera para un grupo de jóvenes de entre 26 y 30 años, que según denunciaron fueron agredidos violentamente por los patovicas del boliche El Bosque de Quilmes y efectivos de la Policía Bonaerense, que se encargaban de la seguridad fuera del predio. Los hechos fueron denunciados en la Comisaría Novena de Barrio Parque Calchaquí, aunque se desconoce al momento si apartaron a los efectivos sindicados.
Todo sucedió en la madrugada del sábado, alrededor de las 5, en el bailable ubicado en la esquina de Av. La Plata y Gutiérrez. Victoria B., una de las integrantes del grupo agredido, relató que mientras estaban dentro del lugar "un grupo de chicos empezó a empujar y querer pelear. A uno de mis cuñados le dieron con una botella en la cabeza. Esto terminó con que los patovicas nos sacaron a todos del baile".
En la zona del estacionamiento del lugar se dieron los presuntos apremios ilegales, aún dentro de la propiedad. "A mi novio lo agarraron entre cuatro patovicas, le pegaron, le cortaron la cara, le sacaron el reloj y le arrancaron el arito. Los policías se metieron en la discusión y a dos amigos míos los empezaron ahorcar, aún sabiendo que ellos no estaban poniendo resistencia, a tal punto de que ya los estaban asfixiando, mientras uno decía que 'a este le voy a dar para que aprenda'", aseveró.
También hubo una mujer policía involucrada en los disturbios, que habría empujado e intentado golpear a las chicas del grupo que intentaban como podían defender al resto. "A mí dos patovicas me pusieron contra la pared y también me tenían del cuello, según ellos porque yo estaba gritando porque a mi novio le habían pegado", agregó la víctima.
"Nos encontramos en un estado de vulnerabilidad , ya que sufrimos violencia por parte de los empleados del establecimiento que tienen que velar por nuestra seguridad, y no sólo eso sino también por la policía que agredió física y verbalmente, ejerciendo en todo momento el abuso de poder hacia nosotros", consideró Victoria. Ninguno de los jóvenes terminó siendo detenido, supuestamente debido a que ante a las presuntas amenazas de arresto uno de los chicos respondió que "prefería que lo hicieran para poder llegar y hacer directo él la denuncia por todos los hostigamientos que estaba sufriendo".
"Deseamos que las autoridades competentes se hagan cargo de la situación y tomen cartas en el asunto. Hoy la contamos porque podemos, pero muchos de mis amigos terminaron muy mal, heridos, uno se descompensó por la falta de oxígeno cuando lo ahorcaron. Si salimos es para desconectar un poco de nuestras rutinas y en un momento sentimos que nos íbamos a morir. No queremos que existan más casos de abuso por parte del establecimiento y de la policía", sostuvo la joven.