La discusión escaló al llegar al lugar uno de los padres. Tanto los jóvenes como los adultos querían filmar el procedimiento para tener registro de lo ocurrido, mientras una uniformada exigía “¡dejá de filmar!”. El nivel de agresión llegó al punto de que uno de los numerarios de la Bonaerense le habría arrojado el teléfono a una madre, aunque todo quedó grabado. Asimismo, aseguran que la mujer policía se habría identificado aportando un nombre falso.

Finalmente, tras tenerlos una hora y media en la calle, los efectivos trasladaron al grupo de jóvenes a la Seccional Primera de Quilmes, presuntamente sin decirles bajo qué cargos. Allí los mantuvieron retenidos hasta las 6 de la madrugada, cuando los notificaron de la violación a los artículos 205 y 239 del Código Penal, relacionados al incumplimiento de la cuarentena y a la resistencia a la autoridad. Esto despertó la indignación de los involucrados ya que “jamás nos resistimos y colaboramos en todo momento”.

Tras la puesta en libertad de los jóvenes, decidieron denunciar a los oficiales en la sede misma de la Estación de Policía Quilmes, debido a las agresiones sufridas, tales como empujones y tirones de pelo, así como también por intentar impedir que filmen el procedimiento. Este medio se comunicó con las autoridades tanto de la Comisaría Primera como de la Estación de Policía Quilmes, pero prefirieron no dar declaraciones al respecto. Sin embargo, sí se informó que se comunicó de los hechos a Asuntos Internos, en tanto que la causa fue elevada a la Justicia y caratulada preventivamente como “averiguación de ilícito”.